2013-08-08

Orgasmo letroso. Y mi amigo Freud.

Buenas noches, qué milagro que visitas estos rumbos, hasta pareciera que ya te habías olvidado de mí. Tengo buenas noticias ahora que recuerdo, ha escrito de nuevo sobre ti, ¿dónde demonios te habías metido?, tenía que contarte lo más pronto posible y me hiciste esperar demasiado para éste momento. No es muy importante de hecho, pero es importante para ti. ¿Por qué diablos no entras tan seguido?, te extraño..

Escribes mucho para decirme sólo lo más importante, me extrañas. Déjame decirte que yo también lo hago, pero no podía ingresar tan rápido de un día para otro, necesitaba acumular ciertas cosas que hay que escribir. Discúlpame si me he demorado. Tardaré menos.

Han pasado muchas cosas desde que dejaste este sitio, como ya te conté, ha vuelto a escribir sobre ti y tú ni siquiera lo has notado.

Quiero interrumpirte, he notado lo que ha escrito, por lo regular estoy al pendiente de las cosas que suele hacer y por lo tanto, de lo que suele escribir. Son muy escasas sus palabras al momento en el que habla, en cambio, al escribir son demasiadas.

No pensé que estabas con el pendiente de él todo el tiempo, deberías dejar de hacerlo. Te recuerdo que a veces insistir es un tanto peligroso y puede dañarte que de tal manera llegues a odiarlo.

No necesito decírtelo, sabes perfectamente que parte de mi tiempo está con él, se nota.

Bueno, discúlpame, sólo quería que lo supieras.

Ok, ya lo sé. Muchas gracias por ese "Memo"

Bueno, cuéntame cómo te ha ido, qué has hecho de ti, ¿por qué me habías abandonado tanto tiempo?..

Ya te digo, tenía que acumular cosas que necesitaban una historia, no tenía tanto material para escribir. Además no tenía tanto café.
Ayer, volví a leer sobre él. Tenía tiempo ya que no entraba a conversar con sus letras. Lo extrañaba.
Y he vuelto a tener la misma conclusión de siempre. Me vuelve loca..¿sabes?, creo que eso de tenerle un aprecio casi tan enfermo, hace que me envenene yo misma con el sutil sabor de sus escrituras, no sé como explicártelo, es como si él mismo llegara y acariciara cada parte de mi cuerpo con esas manos tan fuertes y tal vez ¿suaves? que tiene o imagino que tiene. 
Cada vez que lo leo, siento hacerle el amor. Es muy loco lo sé, pero así se siente. Me gusta.
Tener ciertos orgasmos tan placenteros y tan exitosos cómo sus palabras. Me sorprende todo lo que puede llegar a hacer para que yo sienta su escrito, aún no sé cómo es posible que con tan sólo unas palabras tan ausentes y borrosas hacen que mi cuerpo empiece a sudar y mi cerebro quiera relacionar algo sexual. Sigmund Freud tiene la culpa de todo esto.

¿¡Pero qué locuras estás diciendo!?, él ni siquiera siente lo mismo y gastas tú tiempo haciendo todas estas cosas sin pensar qué es lo que él está haciendo en esos momentos, no puedo creerlo, pensé que eras más inteligente. No tiene caso seguir con lo que haces o piensas o sientes, date cuenta de la realidad en la que te encuentras. Está lejos y ¿tú?, bueno tú, tienes la mente más cochambrosa que pude haber descubierto.

Pero te gusta que hable de él, incluso te inquieta qué es lo que me hace sentir, lo que me hace pensar. O dime una cosa, ¿acaso no es así?..

¡¡Es verdad!!, pero lo que haces está mal. Te dañarás.

Y ¿qué está bien?.



Procura que no se de cuenta de lo que hago.


No hay comentarios: