Una canción perfecta, defectuosa para algunas mentes, pero, inquietante para algunos que suelen estar con el corazón en cita.
Conversando con la calidad de la música verbal; de esas veces que sientes un espasmo muscular, por culpa de algún aire mental. Doloroso.
Cuantas veces mencionaré tú nombre debajo de aquella regadera, dónde las diminutas gotas, golpean la espalda, atormentada ya de tanta carga, golpear las paredes con un puño y sentir que los nudillos revientan por dentro, tratar de suicidarse con un resbalón, a causa de una fuga en tus ojos.
Parece mentira;
Me gusta descifrar esas miradas que hay debajo de esas cortinas negras y sentir la locura, de poder analizar el sabor de esas puertas que se abren cuando hablas.
Una lastima;
Quisiera encontrar el día en aquel calendario, donde yo pueda subrayar la fecha en la que te podré ver; como lo quisiera. Mantengo mí distancia, suelo ser un poco reservada, pero, no me gusta contar; anhelo subrayarlo.
Una distancia;
Sí!, una distancia larga, que se hace corta cuando hablamos, unas horas eternas durante el día, pero, se reducen cuando reímos, una mente futurista, donde se hace una vida contigo.
Y es que a mí, tan solo se me ocurre amarte..